30 de junio de 2016

AVANTI FER!

Fernando Alonso celebrando el triunfo en el Gp de España


La fórmula 1, ese deporte tan desconocido durante años en nuestro país y que se podría definir como un deporte de carreras en la que alrededor de 20 coches disputan la victoria jugándose la vida vuelta tras vuelta.

Casi con toda probabilidad ese sería nuestro pensar de este deporte si no fuese sido por un tal Fernando Alonso, ese joven chaval, asturiano, que allá por 2001 comenzaría a forjar una carrera llena de éxitos y triunfos.

Seguramente su mayor éxito fue el de hacer ver a millones de aficionados al automovilismo en España que la F1 no era tan solo un ‘juego de carreras’. Con él todos hemos aprendido lo que significa este deporte, lo divertido, arriesgado y a la vez emocionante que puede llegar a ser.

No hará falta detallar la carrera deportiva de esta ‘bestia’ de la F1 porque por todos es de sobra conocido que es doble campeón del mundo entre los años 2005-2006 con Renault como su escudería y teniendo a su lado a su descubridor en el gran circo, Flavio Briatore.


Tampoco haría falta detallar que ha conseguido pilotar probablemente para las mejores marcas de la competición siendo la envidia de cualquier piloto de este deporte. Todos los pilotos sueñan con poder llegar a ser piloto oficial de la escudería Ferrari, incluso darían lo que fuese por ello.

Fernando, NUESTRO Fernando no solo ha conseguido pilotar el bólido de la ‘scuderia del cavallino rampante’ sino que también ha tenido en sus manos la suerte de pilotar para escuderías legendarias como Renault y Mclaren (ahora Mclaren-Honda).

Y no es fortuna precisamente lo que ha llevado al asturiano a poder ser piloto de estas marcas, porque si algo le ha faltado en su vida como piloto ha sido eso, la suerte. Todo lo que ha conseguido se lo ha luchado con sus inolvidables batallas con el ‘káiser’ y su destreza para sacar el máximo de cada coche, su comportamiento dentro y fuera de la pista siempre fue ejemplar.

La suerte le apartó de ser a día de hoy posiblemente pentacampeón del mundo y poder lucir sus 5 entorchados en el gran museo del que dispone.
Como en todos los deportes, y como todo en la vida, la historia solo se acuerda del campeón, de aquel que consigue el trofeo, aunque sean un puñado de puntos lo que le haya separado de su rival. Pero la F1 es un deporte diferente, en él se consigue apreciar el valor de lo conseguido, de lo trabajado y de lo que no se ve en la gran pantalla. Leyendas como Jackie Stewart han llegado a decir que es uno de los mejores de todos los tiempos, y es que no es precisamente de títulos de lo que puede presumir Fernando Alonso, pero sí de un prestigio mundial que otros, séase Vettel, nunca lograrán por muchos títulos que posean.

Seguramente seamos pocos los que seguimos apoyando al ‘nano’ pero ahora más que nunca en su difícil andadura con el nuevo y ‘sofisticado’ Mclaren-Honda sea cuando más aliento necesite para volver a brillar entre los mejores, porque él sigue exprimiendo el coche y sacando lo mejor de él, pero todos sabemos que su sitio no es ese, su sitio está en el cajón más alto del podio, allí donde no dudo que volverá porque los grandes nunca se van sin acabar su trabajo.

"El Samurai siempre luchaba con espadas contra las armas de fuego de sus rivales" 
AVANTI FER!!!



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